Mi humor

Llueve, llueve mucho. La verdad es que el tiempo invita a estar triste. Pero como mi ritmo vital no suele ir acompasado con el ritmo del tiempo atmosférico, pues yo sigo de buen humor. A pesar de los pesares.
A pesar de la señora que te mete la varilla del paraguas en el ojo, porque cree que toda la calle es suya.
A pesar de que al ir a trabajar, esperando en un semáforo, y después de que la señora me haya metido la varilla en el ojo, un coche ha pasado a toda velocidad y me ha mojado de arriba abajo.
A pesar de que la señora que estába en la ventanilla del banco, que se parecía mucho a la del paraguas, no puede ser más antipática aunque lo intente.
A pesar de que esté un poco, sólo un poco, saturada de trabajo.
A pesar de que vaya un poco, sólo un poco, retrasada en el trabajo de ese Máster en el que nadie me ha obligado a matricularme.
A pesar de que la tarjeta nueva del banco con microchip, unas veces funciona y otras no. (Es tan segura que ni a mí me deja acceder a mi propio dinero, pero claro es por mi seguridad).
Pues eso, a pesar de los pesares.

Todo eso me irrita mucho por momentos, o me preocupa, pero no me pone de mal humor.
¿Esto irá en los genes o será porque me gusta el chocolate negro?
A lo mejor es porque mi hija se está leyendo y haciéndome recordar las ocurrencias de Mafalda.

Comentarios

  1. Aférrate al humor como sea que yo ya lo he perdido y no sé cuando lo encontraré.
    También me encanta Mafalda (y el chocolate negro).

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  2. Podemos suponer que el estaoo de ánimo -llamado humor, que quiere decir secreción húmeda, de origen médico medieval- puede venir de dentro o de fuera. Es decir, los acontecimientos externos pueden modificar nuestras "secreciones" o bien nuestras "secreciones" pueden modificar la percepción de los acontecimientos externos. Tú debes de ser muy equilibrada por dentro y por fuera. Lo importante siempre es mantener la calma y el buen humor, las buenas secreciones internas, pase lo que pase. Te deseo ese buen ánimo para siempre. Con Mafalda, siempre.

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  3. De buen humor hay que estar siempre.
    Total, como dice mi madre, estando de malas lo único que se hace es empeorarlo todo (y tiene razón).

    Y si la cosa no tiene remedio se le echa mano a una buena caja de bombones negros y unas tiritas de Mafalda, que deben de tener alguna sustancia para estimular las "secreciones" esas que dice Clares, digo yo...
    (porque... ¿no será cosa de Obama? ¿no?)

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  4. Yo creo que los genes influyen, igual que supersalvajuan, pero bueno, a partir de ahora diré que es cosa de mis secreciones internas y externas, como dice la excelsa Clares, siempre tan ilustrativa ¿será por eso que soy a adicta a su blog?
    Y sí , Titajú, el humor, mi humor/genes( secreciones, es a lo que siempre me aferro en la vida, y lo que me ayuda a sobrellevar las tortas que te va dando aunque no quieras.
    Pero Matapollos, ¿y si no es ni por mis genes/secreciones, ni por el chocolate, ni por Mafalda y va a resultar que es por Obama? Hasta aquí ha llegado su espíritu conciliador. Yo soy la prueba.

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  5. me he identificado contigo en eso de tu Máster, que nadie te mandó empezar... así me sucede a mí con el inglés cuando me estreso.

    bicos,

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