De despedidas que no lo son


Hoy la Asociación musical y cultural Cantabile, esa asociación con sede en Monte Alto que gestiona el Coro Cantabilecelebraba su asamblea anual de socios, mi última asamblea como directiva de la asociación.
Hace seis años que me propusieron participar en la gestión de este proyecto tan singular que es Cantabile, y del que yo me enamoré desde que mi hija con 12 años vino diciendo que su profesor de música le había propuesto que cantara en su coro y que fuera a probar ese sábado a ver si le gustaba.
Ese coro cambió nuestras rutinas de los sábados, y fue invadiendo cada vez más nuestra vida hasta convertirse en una parte esencial de ella.
Porque después de varios años como #fanCantabile, siguiéndoles allá donde iban, al entrar en la directiva de la asociación, Cantabile ya ocupaba una gran parte de mi tiempo libre.
He hablado mucho de Cantabile, en este blog (aquí, aquí, aquí, aquí, aquí o aquí) y en otros artículos en Mundiario (aquí, aquí o aquí) así que poco más puedo añadir.
Cantabile es un proyecto único, singular e increíblemente bueno. Una mezcla de proyecto musical, cultural y educativo que es ( o debería ser)  un orgullo para una ciudad pequeña como la nuestra, que no solo dinamiza su vida cultural ( no hay más que ver su número de conciertos) sino que ayuda llevar el nombre de A Coruña fuera de nuestras fronteras, y todo con una gestión que no depende de las ayudas o subvenciones para subsistir, entre otras cosas porque si solo dependiera de eso, no subsistiría.
Hoy al despedirme en la asamblea les decía a los socios que había sido un privilegio poder trabajar durante estos seis años para un proyecto como éste, que  me ha permitido compartir un trabajo común con mi hija, con el que he podido disfrutar de la música desde dentro, en el que he trabajado codo con codo con directivos jóvenes que podían ser mis hijos ( y que en parte es como si lo fueran)  y que me han aportado maneras diferentes de interpretar la realidad o un proyecto  con el que he tenido que aprender cosas como la gestión cultural sostenible.
Ha sido un privilegio forma parte de esta #familiaCantabile, encabezada por ese "alma mater" que es Pablo Carballido y donde los compañeros hace mucho que dejaron de serlo para convertirse en amigos.
Pero es hora de que ese privilegio lo vivan otros padres desde dentro para que ellos también puedan compartir este espacio con sus hijos, vivir su música desde dentro, y comprender todo lo que hay detrás de un coro como éste, de un proyecto singular como éste. Porque Cantabile es #algomásqueuncoro
Toca ahora simplemente disfrutar de la magia de Cantabile otra vez desde el patio de butacas, para sentir igualmente el #orgulloCantabile. Porque quien ha sido Cantabile, siempre será Cantabile.

Así que... ¡nos vemos en los conciertos!

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