Poe, una vida atormentada

“From childhood’s hour I have not been
As others were – I have not seen
As others saw – I could not bring
My passions from a common spring-“

(Edgar Allan Poe, “Alone”)
Hoy hace 200 años del nacimiento de Edgar Allan Poe en Boston. Hijo de actores itinerantes, se quedó huérfano a los dos años, y fue criado por un hombre de negocios de Richmont, John Allan, aunque nunca lo adoptó. Su relación nunca fue buena, llegando hasta el punto que Edgar tuvo que dejar la Universidad de Virginia, porque el señor Allan, se negó a financiarle los estudios. Su vida fue una vida tortuosa desde el principio, incluyendo un matrimonio con su prima de 14 años, que moriría 11 años más tarde de tuberculosis. Quizás todo ello le llevó al alcoholismo y la drogadicción, o quizás fue el consumo exagerado de opio lo que le hizo tener en su madurez una vida atormentada, porque tal como él mismo dijo “I became insane, with long intervals of horrible sanity. During these fits of absolute unconsciousnes I drank…my enemies referred the insanity to the drink, rather the drink to the insanity". (Enloquecí, con largos intervalos de horrible cordura. Durante estos lapsus de absoluta inconsciencia, bebía… mis enemigos le echaron la culpa de la locura a la bebida, más que de la bebida a la locura)

Su vida fue tan interesante como su literatura. Se le tachó de sadomasoquista, maníaco depresivo, drogadicto y alcohólico. Una mente totalmente perturbada. Por eso sus poesías, sus cuentos y sus ensayos son como son.
Hoy es un escritor reconocido en todo el mundo por sus novelas negras y sus poemas, aunque su primer reconocimiento fue como crítico literario. Todo el mundo ve en él el origen de la novela policíaca, la novela fantástica, de la concepción actual del cuento, de la ciencia-ficción. Si nunca habeis leído nada de Poe, deberíais hacerlo. Pocos autores consiguen una intensidad narrativa así.
Os dejo uno de sus poemas Annabel Lee, en forma de canción de Radio Futura.




Comentarios

  1. Toda la jet set va de drogadicta y alcohólica y no pasa nada. El resto, ya es otra cosa. En fin, el doble rasero que ha utilizado siempre la gente. El maldito doble rasero. Juzguemos a las personas por sus obras, por sus escritos, y no por si bebía más o menos.

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  2. Una pasada, de verdad. Mi primera juventud estuvo marcada por la lectura de Poe, a quien yo veneraba como al santón de la literatura. Hoy me sigue fascinando, pero de otro modo, y ahora más aún sus poemas, aparte el Cuervo, claro, que es la joya de las joyas románticas. Hoy he oído lo de su aniversario en la tele y había pensado escribir algo, pero lo dejaré para más adelante, cuando tenga un rato de releer algún cuento y algunos poemas.

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  3. Son muchos los genios y grandes artistas que han tenido vidas complicadas.
    Siempre me llamó la atención ese vivir suyo entre la privilegiada lucidez y la locura.
    La pena es que mientras viven entre nosotros no solemos apreciarlos lo suficiente.
    Tendríamos que descubrirlos y cuidarles como las abejas cuidan a sus reinas.

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  4. No me gusta Poe y nunca me gustó.
    Pero reconozco que sus obras dejan huellas.

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