La bestia negra: el SIDA


El fin de semana, por lo menos por aquí, ha sido de esos de estar en casa y no asomar la nariz para casi nada. La decisión más difícil era si preparar un chocolate con churros o hacer una castañada. Curiosamente al final, ni lo uno ni lo otro. Pero sí, mucha sesión de sofá. El temporal es la excusa perfecta para disfrutar de un buen libro, una buena peli, y como no, una buena partida en la video consola. De disfrutar de la casa y la familia, al fin y al cabo.
Pero hoy, de nuevo en la brecha. Hay que salir al exterior. Es el Día Mundial del SIDA y sobre esta enfermedad se van decir hoy muchas cosas. La plaga del siglo XX y XXI. Y al leer hoy la prensa, hay una noticia que me duele. Cada época histórica tiene su “bestia negra”: la lepra, la gripe, la viruela, etc. En ésta que nos toca vivir, el SIDA. Ya bastante malo tiene que ser padecer la enfermedad, como para que aún encima tengas que ocultarlo por miedo a lo que los demás piensen de ti (¿ homosexual? ¿ libertino?¿drogadicto?) o que crean que con sólo mirarlos ya se van a contagiar. Me duele que la gente todavía no piense que la mayoría de los infectados, esa generación de 40 a 50 que se aventuró en el mundo de la droga, lo están por falta de conocimiento. Primero por no saber que las drogas iban a pasar mucha factura. Ahora sabemos lo que pasa si consumes, pero antes no. Y cuando lo supieron ya era tarde. Ya estaban totalmente enganchados y muchos perdieron primero empleos, familia y después hasta la dignidad como personas. Algunos, como colofón, la salud y la vida.
Pero es cierto, que la plaga avanza, que en los últimos 20 años la enfermedad se ha triplicado, y que para ello es necesario prevenir. Prevenir, con información, con investigación y con educación. Las plagas no hay que ocultarlas, hay que luchar contra ellas con todos los medios. Porque las nuevas generaciones no deberían tener la excusa de no saber en lo que se meten.

Comentarios

  1. Me acabo de enterar de que es el día del SIDA.
    Hace unos veinte años murió de Sida, justo cuando había conseguido dejar la droga, se había casado y había rehecho su vida.
    Va por ti y por muchos como tú, Moisés.
    Información, información, información.
    Y cabeza.

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  2. La diferencia con otras plagas de otros tiempos es que esta viene marcada moral y socialmente. La peste se consideró un castigo divino, pero no era concretamente a nadie, sino a la gente en general. El miedo era razonable, pues no había medios para combatirla. La tuberculosis y la gripe no tenían connotaciones morales, sí por ejemplo, la sífiles, que azotó el mundo en el XIX y principios del XX. Era de transmision sexual, y eso es importante para la consideración social de la enfermedad. En el sida se añade lo de la droga, pero hay gente que se contagia por otras causas, como transfusiones o agresiones, o de madre a hijo. Sea por lo que sea, no podemos juzgar a nadie, sino mostrar nuestro apoyo y nuestra solidaridad. Qué difícil es encontrar personas íntegras, con conocimiento y responsabilidad. Falta información de verdad, seria, sólida y efectiva, que llegue a toda la población, ¿no te parece?

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  3. ¿La iglesia católica sabe realmente para lo que vale un condón? porque según sus ideas solo es para hacer el mal. Piensa el ladrón que son todos de la misma condición. Moraleja, no seas como el avestruz, por mucho que escondas la cabeza , no evitarás el problema...ayuda ,que buena falta hace ,incluso desde el púlpito.

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  4. Titajú, esa situación por desgracia, es más común de lo que parece. Por eso es importante como dice Clares, apoyo a los que ya están enfermos e información en todos los ámbitos.
    Y Charly coincido contiog en que la Iglesia en algún momento debería dejar a parte ciertos prejuicios y luchar contra esa plaga que está invadiendo el mundo sólo por no propagar una medida efectiva como el uso de un preservativo.

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