Mi Síndrome de Diógenes


Hoy he visto esto y me he preocupado. “Sindrome de Diógenes”.
¿Se le pude llamar enfermo a una persona que atesora más de 5.000 libros?¿Estaré yo enferma? No, no tengo en mi casa 5.000 libros, pero no porque no quiera, sino porque no puedo. Una casa de 120m 2 en la que viven tres personas, no da para tanto. No he contado mis libros, pero son muchos. Hay libros en el salón, en la habitación donde suelo trabajar y preparar mis clases, en mi dormitorio, en el de mi hija, en las estanterías de la entrada y las del pasillo. ¡Hasta hay libros en la cocina!. Donde nunca hay libros es en el cuarto de baño.
Mi casa no es como esas casas que salen en las revistas con unos muebles espectaculares con objetos decorativos y cuatro libros para adornar. No. En mi casa, los muebles se llenan de libros y de vez en cuando aparece algún objeto decorativo para adornar. No puedo ir a una librería a comprar un libro para regalar y no llevarme uno para mí, porque siempre hay algo que me gustaría leer. Soy socia del Círculo de lectores; cuando viajo, en los aeropuertos, me compro la revista Qué leer; me gusta leer blogs sobre libros (de hecho hay un enlace en este a uno de ellos) y en las ediciones de fin de semana del periódico siempre leo las críticas de los libros. Tengo libros en español, gallego, inglés, portugués, italiano y alemán. Tengo libros de literatura clásica, moderna, best sellers, libros de historia, de idiomas, de cocina, de lingüística, de protocolo, de filosofía, infantiles, de comunicación, de inglés antiguo y medieval, de fonética, de poesía, de...
No concibo la vida sin el placer de la lectura.
Sí, tengo muchos libros, y reconozco que me gustaría tener muchos más. ¿Tendré el síndrome de Diógenes yo también?


“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria” Jorge Luis Borges.

Comentarios

  1. ¿Has pensado en la posibilidad de que la gente, por un módico precio, se haga soci@ de tu biblioteca para poder llevarse libros prestados?
    Seguro que me encontraría con un montón de libros que me gustaría leer.
    Desafortunadamente tengo tan poco tiempo para leer cosas que no sean de ingeniería que creo que me estoy deshumanizando.

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  2. La casa de mis padres atesora más de seis mil volúmenes.
    ¿Entiendes ahora por qué me he pasado al iliad? Eso sin contar que mi casa es más pequeña y vivimos cuatro.

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  3. Uy, malbicho, difícil lo veo, porque mis libros para mi son como tesoros. Incluso me cuesta prestárselos a los amigos, entre otras cosas, porque según dice alguien a quien aprecio "libro prestado, libro tirado". Cuando estábamos buscando casa en Coruña, una comercial de una inmboliaria, cuando yo comenté que me parecía muy bien que el salón tuviera unas vistas impresionantes porque de las cuatro paredes, 2 y media eran ventanas ya que el edicio hacía esquina con dos calles, pero que allí no cabían todas las estanterías para mis libros, tuvo la osadía de contestarme que no había problema porque el trastero era muy grande. Imagínate mi cara al decirle "¿Mis libros en un trastero?", "Bueno" contestó ella. "Si son libros caros , no claro". No nos compramos aquella casa.
    Así que Titajú, te entiendo perfectamente cuando hablas del iliad. De hecho, creo que lo voy a poner en mi lista para los Reyes.

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  4. Estupenda cita de Borges, el dios de la Literarura.
    Como los masais dicen ser los amos de todos los ganados de la tierra, Borges es el dueño y señor de todos los libros del mundo.

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  5. A mí me salen libros por todos los rincones. Ya no sé dónde ponerlos. Debo de tener unos cinco mil, o más, y no puedo dejar de comprar, es como una adicción. Leo lo mío y lo que me dejan. Qué vicio. Cuando hicimos la casa del campo, pensé que allí no entraría un libro, como no fuera de cocina o de botánica; pues ya tiene dos muebles llenos. Ya he dejado de agobiarme y he decidido que es mi pasión y se acabó, ni una preocupación más. De vez en cuando amplío por aquí o por allá, regalo algunos, dono o presto. Qué le vamos a hacer.
    Oye, en mi ignorancia me gustaría saber qué es un iliad.

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  6. Aunque el mayor de esos placeres es releer los mejores fragmentos, las lineas huidízas de los que rozan la perfección.

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  7. Uy, clares, te veo como a este pobre hombre de Valencia, provocando grietas a los vecinos de abajo.
    Para explicarte lo del Iliad, o sea, un libro electrónico, seguro que lo hace mucho mejor Titajú en un post que le dedicó ya hace tiempo en su blog. Aquí te dejo el enlace http://salesminerales.wordpress.com/2008/10/07/leed-leed-malditos/
    Y supersalvajuan, estoy totalmente de acuerdo. Incluso alguno de esos pasajes furtivos que alguien te menciona, hace que leas el resto. Es una cadena, no de favores, pero sí de placeres.

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  8. a mí me encantaría tener 5000 libros y más...

    bicos,

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