Soy de barrio


Me gusta ser de barrio y me gusta ser de mi barrio.
Ser de barrio no es lo mismo que ser barriobajera, oiga usted. Ser de barrio es conocer a tus vecinos porque probablemente sean los mismos desde hace años. Con algunos habrás ido al colegio, con otros habrás compartido catequesis. Conoces a sus padres y ellos conocen a los tuyos.
Ser de barrio es ir a la panadería y que sepan cuál es tu pan favorito. O que en el videoclub te digan al entrar que ha llegado una película de las que te gustan.
Ser de barrio es caminar por la calle y saludar a un montón de conocidos.

He vivido casi 13 años de mi vida en lo que en principio estaba planificado como lo que los ingleses llaman “suburb”, un barrio residencial en las afueras. Y aún así, tuve la suerte de que al final, la vida de ese lugar era muy parecida a la de un barrio tradicional, porque cuando yo llegué allí éramos sólo 3.000 y cuando me fui casi 40.000. Y eso hizo, que los “antiguos”, los que pasamos penurias porque no había algunos servicios mínimos necesarios como guarderías suficientes, colegios, centro de salud, instituto, etc. hiciéramos de aquel lugar casi inhóspito un lugar en el que nosotros y nuestros hijos podíamos vivir con traquilidad, y en el que con el tiempo, cuando lo conseguimos, estuviéramos muy orgullos de vivir allí. Convertimos aquel “suburb” en un barrio tradicional.
Por eso, cuando por fin pudimos regresar, mi única condición era que quería regresar a “mi” barrio. Quería seguir teniendo esa sensación de pertenencia a un sitio, pero además es que mi barrio es especial. Hay de todo, claro, bueno y malo, pero algo debe tener porque el que entra no quiere salir (La Asociación de Vecinos para las fiestas hizo una camisetas negras con una estrella roja y el lema Monte Alto en blanco por delante, y en la espalda Preso Nº 15002, que para el que no lo sepa es el código postal) Puede ser que estemos presos por el mar (estamos rodeados por todos lados), por la Torre, por las buenas comunicaciones con el resto de Coruña, por el Carnaval, por las “merendiñas”, por los garitos de marcha, por las bodegas o por las marisquerías y pulperías famosas. No lo sé.
Pero sí sé que no es casualidad que en mi presentación diga que soy de Monte Alto. Es pura necesidad.

Y a vosotros ¿os gusta vuestro barrio?

Comentarios

  1. Lo cierto es que yo soy de un "center city", pero sabré exactamente a lo que te refieres dentro de unos meses. Creo que será algo parecido a vivir con las comodidades de la ciudad y el encanto de un pueblo, ¿no?.

    Besos desde el centro... jejeje...

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  2. Yo soy de pueblo.
    Nací en un pueblo; mejor dicho, en los arrabales de un pueblo costero (que no diré el nombre para no montarla). Ser de pueblo no es ser pueblerina, como ser de barrio no es ser barriobajera.
    Yo adoro los Rosales. Es mi gente, conversaciones a pie de acera, tardar tres horas en llegar a casa porque te vas encontrando a todo el mundo, que la peluquera te regale grelos de su finca, y que la mercería de abajo tenga un detalle contigo cuando sus gallinas ponen huevos de más (la dueña, claro).
    Ahora soy de barrio, y a él le dedico mis canciones con más sentimiento, cuando canto a Carlos Gardel:
    "barrio, barrio, que tenés el alma inquieta de un gorrión sentimental..."
    Y como en tu caso, mi casa huele brisa de mar.
    Perfecto.

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  3. Las grandes ciudades se dividen en pequeños pueblos llamados barrios.
    Incluso en muchos lugares esos pequeños pueblos llamados barrios estan formados por mucha gente dedicada a un sector laboral lo que hace que sus habitantes se unan aun mas.

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  4. Pues sí, kapi, e svivir en una ciudad con el encanto de un pueblo, y además en mi caso, casi, en el centro, centro de la ciudad.
    Titajú, los Rosales me recuerda mucho a Tres Cantos, porque nace de la nada y de repente desarrolla un microcosmos a su alrededor. Al principio es difícil porque faltan cosas, muuuuuuuuuchas cosas, pero cuando ya hay de todo se vive genial. Además, estamos casi una enfrente de la otra. Cada vez que voy al Carrefour, simpre digo que tendrían que tender un puente desde la Torre al Millenium.
    Y Mal bicho, no sé si en Monte Alto pasa eso que tú dices, pero vivir, vivimos fenomenal.

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  5. A mí también me gusta ser de barrio. Llevo 45 años (casi 46) viviendo en mi barrio de toda la vida. Ha venido mucha gente venidera pero los de siempre seguimos conociéndonos. Esa sensación de pertenencia a un conjunto es sana. Bicos.

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