Hablando se entiende la gente



Creo que soy optimista. Bueno, más que optimista, soy una realista que acepta con buen humor las vicisitudes de la vida. Me enfado, y me enfado mucho, (en general la gente piensa que tengo carácter) pero en el mismo momento que estoy despotricando contra algo, o alguien, ya se me pasa. Ya me he desahogado, entonces ¿para qué seguir dándole vueltas al asunto?
No concibo pasar la vida incidiendo una y otra vez sobre lo mismo, agrandando una herida, que podría cicatrizar fácilmente sólo con aplicarle un antiséptico en el momento y dejarla al aire. No me gusta usar tiritas para taparlas, ablandarlas, no dejar que se sequen y que además sean más visibles para los demás.
Pero tampoco concibo que algunas cosas no se digan en alto.
Por eso a veces siento impotencia cuando alguien a mi lado se empeña en hacer una y otra vez lo mismo. Callar ante un problema para ver si desaparece. Callar para que otro lo solucione. Callar porque ya se le pasará. Callar, callar y callar. Pero mientras, seguimos como si no pasara nada. Pues sí, pasa.
Pues no, no me callo. Si no estoy a gusto con algo lo digo para que la otra persona lo sepa y pueda rectificar si le parece oportuno, claro, o al menos, pueda deshacerse el malentendido.
El silencio no arregla las cosas.

Comentarios

  1. De acuerdo contigo, no hay que callar. Aunque el silencio de verdad, el que está lleno de sentido sea tan bueno para todos, cuando se sabe disfrutar. Pero ante los problemas, nada de silencio. Sin ira, sin aspavientos, decirlo todo.
    Oye, me ha extrañado que trabajes en sábado. Nosotros no tenemos clse los sábados en los institutos. ¿Qué pasa por la preciosa y verde Galicia?

    ResponderEliminar
  2. Clares, por fortuna en la preciosa y verde Galicia, sobre todo hoy que está diluviando, los profes de instituto tampoco trabajan los sábados. Pero a mi me toca impartir clase en varios Másteres así que casi siempre las clases son en viernes tarde y sábado mañana. Ya ves me libro de los adolescentes con las hormonas alteradas, pero a cambio tengo que sacrificarme algunos sábados.

    ResponderEliminar
  3. Jajaja, oye, ¿estabas hablando de ti o de mi?
    Me he sentido muy identificado. Si es que deben ser los percebes!!!!

    ResponderEliminar
  4. Pues que tienes mucha razón. A las situaciones hay que plantarles cara. No hay peor cosa que dejar que lo que nos preocupa se vaya pudriendo dentro de nosotros. Bicos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares