Mis poetas invitados

Desde muy joven siempre me ha llamado la atención la gente que practica la función poética o estética del lenguaje, quizás porque siempre nos llama la atención aquello que no se nos da bien o cualidades que no tienes y que te gustaría tener.
Me gusta la poesía, pero soy incapaz de escribir un poema. Escribir de una forma sublime cosas cotidianas, jugar con el ritmo, la cadencia, la rima o su ausencia, me parece un don que tienen algunos seres privilegiados.
Por eso he decidido que de vez en cuando voy a dedicar un post a mis poetas invitados, vivos o muertos, nacionales o extranjeros, famosos o por descubrir. No es un espacio cerrado, así que aquellos que queráis compartir con los demás un poema que os haya encantado o que hayáis escrito, desde hoy tenéis un hueco en este blog.
Para empezar un poeta nacional, vivo y por descubrir.

ESTOY HARTO DE TRAGAR SAPOS

Estoy harto de tragar sapos,
de tragar sapos enteros.

Día a día voy renunciando
a viejos principios,
aquellos que siempre creí
inamovibles, los que tatuaron
a hierro candente mi destino
de hombre, los que marcaron
a golpes mi mensaje de piedra.
Y siempre me digo
que va a ser el último,
pero viene otro problema...
...y otro sapo.

Por veces siento que tengo
la piel como verde, húmeda,
brillante y resbaladiza.
De vez en cuando algún
que otro croar me parece
salir de la boca
como un hipo extraño.

Una gran laguna estoy poblando,
una gran laguna de miedo verde.

Carlos de Bárez.

XII Premio Nacional de Poesía “ Hernán Esquío” ( Ferrol ) 1991

Comentarios

  1. Entre los dieciséis y los veinte años escribí montones de poesías.
    No sé si eran buenas o malas (supongo que malísimas) pero eran mías. Un día entré en mi dormitorio, y descubrí a mis primas muertas de risa leyéndolas.
    Ese día las quemé, y conservo dos: Una a un amigo que murió, y otra que le dediqué a mi hermana, en mi blog.
    El artículo se llama "Un homenaje", y la poesía, "el mar".
    Si quieres leerla, eres libre de hacerlo, pero no pienso mandarte ninguna par que la publiques.
    No tengo mucho sentido del ridículo. Simplemente, hay cosas que es mejor guardar para uno mismo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares