Mis poetas invitados


José Hierro
Vida
Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito «¡Todo!», y el eco dice «¡Nada!».
Grito «¡Nada!», y el eco dice «¡Todo!».
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada

Comentarios

  1. ¡Uf!, Pili, es como un poco pesimista, ¿no?

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  2. Precioso poema que con "nada" lo dice "todo".
    Al mismo tiempo es un poco inquietante, saber que después del todo no hay nada. Da para muchos momentos de reflexión e incluso de angustia.

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  3. Qué bueno era Hierro. Este poema concretamente me parece un poco cansino, por repetitivo, como que abusa un poco de la idea, pero tiene algún verso magnífico, digno de la mejor poesía barroca. Yo para la poesía soy muy rara y muy selectiva. A veces me quedo con un poema de un poeta, uno solo, y muy pocos poetas me hacen apreciarlos en su totalidad o en muy buena parte.

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  4. No sé, Titajú, a lo mejor, pero sí me parece muy ajustado a la vida real, que en un momento crees tenerlo todo y de repente te das cuenta de que no es nada, y viceversa.
    Normalmente los poemas que elijo para incluir en el blog responden a un impulso, o a una chispa que se enciende por lo que estoy viviendo en ese momento, no sólo éste, todos, por eso a lo mejor, Clares, puede que no sea el mejor poema de Hierro, no lo dudo, pero sí el que en ese momento se acercó más a lo que pasa por mi vida en ese momento (os recuerdo que sigo de principio a fin las campañas electorales) y como dice Virtu, me ha hecho reflexionar.
    Creo que eso es lo genial de la poesía.

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